Como una gigante hoja de roble, crece en las costas de Galicia y puede medir 1,5 m. Rica en calcio, yodo, proteínas y fibra, es una de las más apropiadas para consumir cruda en ensaladas, y para iniciarse en la cocina con algas, por su gran versatilidad: en sopas, arroz, con otras verduras, al horno, simplemente hervida, en rellenos de empanadas, etc.
Alga atlántica silvestre de aguas profundas y fino sabor. Rica en proteínas de alta digestibilidad, sales minerales (excepcional aporte de calcio), magnesio, fósforo, yodo y fibra.
¿Cómo la podemos consumir?
Cruda: Trocear y poner en remojo 15 min, limpiar si hay restos de conchas y añadir a la ensalada.
Cocinada: Hervir 20 minutos con sopa, verduras, patatas, arroz, avena, mijo, polenta, sémola, etc.
Sofrita: Con cebolla para pasta, empanadas, pizzas, quiches, etc.
Al vapor: Deliciosa como acompañante de verduras.